... et Labora"
El trabajo manual es muy importante en la vida monástica cisterciense.
El trabajo es para nosotras, monjas cistercienses, algo encaminado a la búsqueda de Dios, que lejos de estorbarnos, absorbernos o distraernos, nos brinda la ocasión de purificarnos; es un trabajo que también está orientado a la contemplación.
La vida monástica es una vida de trabajo, permite a la Comunidad ganarse el pan y compartir con los que son pobres como nosotras.
No nos hacemos pobres por humanitarismo, por una moda, ni siquiera por caridad hacia los pobres… El sentido de nuestra pobreza es que no deseamos que nada se interponga en nuestro caminar hacia Dios, ni los bienes materiales, ni las riquezas, ni nada material… Como consecuencia de todo ello, la necesidad de trabajar.
El que seamos contemplativas no significa que no tengamos otra actividad que la de orar.
Nuestra característica como contemplativas no es la pasividad, todo lo contrario, es una acción orientada hacia el encuentro de Dios, que lo llevamos a cabo en la liturgia, la Lectio y en el TRABAJO, todo ello dentro de un estilo de vida sencillo, pobre y austero.
El trabajo es para nosotras, monjas cistercienses, algo encaminado a la búsqueda de Dios, que lejos de estorbarnos, absorbernos o distraernos, nos brinda la ocasión de purificarnos; es un trabajo que también está orientado a la contemplación.
La vida monástica es una vida de trabajo, permite a la Comunidad ganarse el pan y compartir con los que son pobres como nosotras.
No nos hacemos pobres por humanitarismo, por una moda, ni siquiera por caridad hacia los pobres… El sentido de nuestra pobreza es que no deseamos que nada se interponga en nuestro caminar hacia Dios, ni los bienes materiales, ni las riquezas, ni nada material… Como consecuencia de todo ello, la necesidad de trabajar.
El que seamos contemplativas no significa que no tengamos otra actividad que la de orar.
Nuestra característica como contemplativas no es la pasividad, todo lo contrario, es una acción orientada hacia el encuentro de Dios, que lo llevamos a cabo en la liturgia, la Lectio y en el TRABAJO, todo ello dentro de un estilo de vida sencillo, pobre y austero.